LA SAL… LO SALA
Los senos de la mesera tiene forma de pera, el escote de su blusa dejan verlo, su ropa interior adornada de flores y moños violetas dejan entrever que así es. Al fondo un paralítico toca la guitarra y canta un cover de Nancy Sinatra : These Boots Are Made for Walking. Lo canta casi con la misma dulzura que la rubia Nancy que nos provoca con sus piernas, yo aprieto los ojos intentando no ser tan evidente en la conmoción… aún así no paro de lagrimar. -siempre fue mejor que vieras a Alejandro, estas muy mal de esos ojos, mira como te lloran.
Lo que ella no sabe es que no es la alergia ni la infección, estoy llorando de verdad mientras mastico y salivo atorado de carne y pan.
La maga de Cortázar sigue dando vueltas en mi cabeza junto al sabor de cigarrillo y tequila. No dejo de pensar en ella y en las heridas que tiene Silvia en la pierna derecha,
realmente pienso más en sus piernas que en su herida, ella que es en mi como Inés de Atienza bañada en hierbas y maderas espesas, Nancy sigue sonando en la voz del invalido y yo sigo masticando envuelto en lágrimas y orégano.
La mesera me mira de soslayo y como está parada de costado su escote hace que sus senos se vean más, tiene forma de pera de eso no se puede dudar,
hoy estoy sentimental y cada cosa me conmueve, el perro lleno de mugre
la cajera fea con nariz grande, el aguacate sin sal, las nubes informes, los arboles grises, el olor a cal, el pelo rizado de la morena, las ojeras profundas de la mujer de al lado,
los pelos del gato en mi zapato, todo, todo me mueve.
Hoy que estoy sentimental y miro lontananza al lado de la pequeña mata de café sembrada en una taza de peltre.
las lagrimas se mezclan con el dulce, vino carmenere y la sal. Lo sala.
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