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Mostrando entradas de 2025

5 Matrimonios

  El cansancio me trae pensamientos sin esperanza.   Juan carlos Onetti.       Carolina llevaba encima 5 matrimonios, tres por la iglesia y dos convivencias, dirían los cristianos, en pecado delante los ojos de Dios; de los 5 le quedaron 2 hijos, una hija que murió de leucemia y otro que “no sirve para nada”.   Se vino de la capital para Medellín por 13 días y decidió quedarse, su pareja se devolvió y desde eso son y no son nada.   Maneja un carro negro, entre bueno y destartalado. Aprendió a manejar a la brava en Bogotá. Sin empleo y con una mano adelante y la otra atrás, un día se montó en un carro y le preguntó al conductor que si le iba bien, el hombre no se quejó y ella con los dones femeninos le pidió el número de teléfono al conductor y él, ni corto ni perezoso, emprendió la conquista.   Con lo que le quedaba de liquidación se compró un Renault 9 rojo, no sabia un ápice de conducir, su padre se opuso, pero ella con sangre Santandereana le i...

Comenzar de nuevo

  "La vida está hecha para comenzar de nuevo". Hannah Arendt   En las calles llenas de tierra y polvo él tenía un granero, una tienda de barrio donde con visión hizo su casa encima del polvo y del barro. Vivía en dos cuartos, lo demás era negocio, con el tiempo hubo más espacio y una terraza, eran tiempos donde la plata ahorrada se “veía”.  De un momento a otro a orillas de la quebrada el M-19 tomó posesión de una casa, no tenía ventanas ni puertas y cualquier persona curiosa podía entrar, había siempre alguien sentado adelante de una bandera con un fusil, no daba miedo, pero había temor.   Los del M-19 empezaron a pedir víveres y plata, víveres los daba, plata poca, se transaba igual, él nunca temió porque era bueno y generoso, ellos tranquilos y ambiciosos.   Compró un camión para surtir el mercado y la casa con la plata ahorrada fue un poco más grande encima del polvo y el barro, no había abundancia, pero lo trabajado se veía.   El movimiento armado 19 d...

Epistolar

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  “Se escribe para dar vida, para liberar la vida allí dónde está presa, para trazar líneas de fuga” Gilles Deleuze. Cuando Nectali se fue a la Argentina, no teníamos manera de llamarnos, entonces nos envíabamos cartas por correo ordinario. Todo se demoraba lo que se tenía que demorar, las cosas llegaban con el tiempo de antes y uno atendia con especial entusiasmo lo recibido y así vivíamos, libres de lo que es pa´ya.     Mi relación epistolar con Nectali terminó cuando decidió volver a Colombia, no sin antes enviarme como aviso de futuro, ya no una carta sino un casete de cinta magnética, cinta que aún conservo, el papel se perdió con los días, el sol y el agua.   Y como siempre he sido un perdido de las causas que se sueñan, llegaron a mí dos historias, ambas cruzadas por la atrocidad de la guerra, que, en su bélica deformación de la vida, dejan ver lo vital que hay siempre en lo humano, sobre todo cuando lo vivo se escribe con tinta y con amor.   Termina...

Severo

“Comienzo a amar el abismo del que estoy hecha.” Clarice Lispector     ¿Severo? ¿Qué nombre es eso?... ni en la cárcel…le digo pues...   Dijo el tipo con la cerveza en la mano, mientras una señora ya menos templada por la edad le decía que así se llamaba él mientras tomaba una chupada de cigarrillo que consumía sus ojos entrecerrados.   Severo era un cuchillero de esos de los de antes, de los que buscaba pelea llevados por el aguardiente y de las ideas insostenibles. Mataba por ver caer.   Vivía solo, sin mujer ni animales domesticados y en los dos ladrillos donde dormida tenía vírgenes y santos, como suele ser con aquellos malevos que invocan a la divinidad, sea la que les guste, para que los cuide del mal y los ayude a que la fechoría que hagan les resulte bien.    Los santos le servían, pues a 20 que había matado, solo les conoció los ojos que veían hacía el fondo y las manos que abrazaban el vacío, mientras él, con el puñal hundido les quitaba el s...

GIO

  “Quizá porque ya no veo la felicidad como algo inalcanzable, ahora sé que la felicidad puede ocurrir en cualquier momento y que no se debe perseguir” Jorge Luis Borges   -Es un traidor!!! -Entonces cambiemos el nombre!!! Dijo María Alejandra. -No… muchos se llaman Adolfo, Nelson, Augusto, Fulgencio, Fidel, Gustavo o Nicolás y son buenos, dóciles como la seda, más buenos que el pan…   Se llama GIO, un Border collie hijo del fútbol. Y llegó como llegan las cosas buenas. Después de ganar el título esquivo en el 2022 el técnico prometió conseguirle un perro a María Alejandra y aprovechando una entrevista en la radio, dijo al aire que necesitaba para ella, un Border Collie.  Como era de esperar, llegó un “catálogo” de fotos y ella lo eligió.    Era como es, un alma buena, llena de energía insaciable y una mirada que hace que uno le quiera de manera instantánea y para siempre.   Ahora, como se iba a llamar, era la cosa… Se terminó llamando como alguien que...

Yo jamás leí a Onetti

“Si todos los caminos conducen a Roma, es porque los romanos de la antigüedad inventaron la construcción de las rutas como objetos estables.”   Gilbert Simondon.   Leer El Astillero es una experiencia que permite estar desubicado, es decir, no saber en donde uno esta parado, ni en el texto ni en el territorio de su contexto, esto parce confuso, pero así lo es, porque los espacio y los tiempos en El Astillero se “moran”, de tal manera que permiten que uno se “demore” en ellos y ese morar proyecta un tiempo que no es el de la narración el que contiene los sucesos , sino más bien, una especie de dialéctica del reposo el que lo va llevando a uno a permanecer en cada momento como si fuese el espacio el que se moviese y con él, uno, es desplazando.    La tierra se mueve y con ella los cuerpos se desplazan, ese desplazamiento marea,  incomoda, des-acomoda, ya que la narración es más espacio que tiempo, “bloques de espacio en lugar de líneas de tiempo” una fuga con...

Contá Maruja

  “Porque esos astros, cuya luz desmaya Ante el brillo del alma, hija del cielo, No son siquiera arenas de la playa Del mar que se abre a su futuro vuelo”.   Diego Fallon     Cuentan que la mandaron a bautizar y al regresar a casa, llegó con otro nombre, porque al cura no le había gustado el que le mandaron a poner, su mamá ordenó que en adelante la llamaran Maruja.    Llegamos a Salamina, un pueblo arriba donde terminan las montañas y donde con gracias se ve bien cuando las nubes caen y cuando ellas se alzan vuelo. Nunca supimos si fue una casualidad o como bien se dice en refranes de por estos lados: “la tierra llama” y aquí estábamos.   “Vivimos como si estuviésemos atravesados por torrentes de conceptos y sentimientos turbios, movidos por vagos criterios, inmersos en una especie de inconsciencia  aceptada como inevitable o buscada como una coraza contra el horror de vivir” y de eso, de ese turbio pánico pareciera ser que brota aquello que la v...

Blanco

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  "No tenía ganas de nada. Sólo de vivir" Juan Rulfo. En el Chocó, Blanco se “enredó con una viejona” él con 22 y ella con más de 40 años, la hizo parir y al mes de parida se escapó, ella quería cortarle la cabeza por estar en la calle a horas que debía estar en la casa. Lo iba a matar.   Se voló y 14 años después apareció de nuevo reclamando al niño, pero su hijo fue asesinado por la guerrilla o los paramilitares. El muchacho hacía “mandados”, se fue a Turbo Antioquia porque vio amenazada su vida y un día salió de donde estaba y lo mataron, Blanco no pudo reencontrarse con su hijo, más nunca.    Se fue para Chigorodó a trabajar a una finca, su patrón tenía 6 hijas.  Miladys, una de ellas,  de 14 años, se enamoró con Blanco. Y como  pasa siempre, él no era de agrado en esa casa. Se fue a otra finca a trabajar, no sin antes planear la fuga con su amada para tres meses después. Paciente esperó y una tarde con dos primos se fue monte adentr...

Luz de contacto

  A Carlos Mesa. “una cicatriz es también un albergue. yo la puedo llenar de sustancias o de pellejos cuando hay encuentros. siempre queda la marca así sean muy sutiles (se sabrá de la lluvia porque uno está mojado)”  Carlos Mesa.   La luz que pasa por el desfase de las cortinas, brilla con intensa armonía en el pálido y fingido piso.  El sol parece agua que flota, es una bella imagen que sacude las ventanas, pero es también extraño cuando es el viento con su ligera brisa el que invita a navegar al mismo sol que inunda y seca casi todo. Una determinada intensidad deja que ese batir de cortinas haga que el mismo sol de agua, se convierta en luz, en esa luz que al igual que los días, se va sucediendo de formas diferentes y uno del mismo modo, se vaya sucediendo en una rueda loca que gira sobre sí misma. Hoy llueve.   Veo el paraguas naranja con negro que una vez me prestó Nectalí y que nunca le devolví y veo el paraguas como un gesto poético de cont...